martes, 28 de julio de 2009

LA INCLUSIÓN DE NTICs EN PROPUESTAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE: PROBLEMÁTICA Y DESAFÍO



Las nuevas herramientas tecnológicas se han ido incorporando en todos los ámbitos sociales y para los más diversos usos: almacenamiento de datos, procesamiento de información, y fundamentalmente, como medio de comunicación ya sea masivo, (periódicos, enciclopedias y radios digitales,), personal, (correo electrónico, chat), ó comunitario, (comunidades on line, foros, sitios para compartir videos, fotos, etc.).
Nuestra cotidianeidad está totalmente atravesada por la Tecnología digital, tanto en el ámbito laboral como familiar. Sin embargo la Escuela ha permanecido casi expectante ante los grandes cambios sin asimilarlos ni a la cultura escolar ni a las prácticas áulicas.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad Nacional de Mar del Plata[1] mostró que:
a) los estudiantes reportaron actitudes más positivas hacia Internet en la educación que las reportadas por los docentes,
b) no se encontraron diferencias significativas entre las creencias de autoeficacia en el uso de Internet manifestadas por docentes y estudiantes,
c) los docentes guardan registro de los sitios de Internet con mayor frecuencia que los estudiantes,
d) los estudiantes usan Internet principalmente para entretenimiento e intercomuncación personal,
e) los docentes usan Internet principalmente para buscar información en la web.
Estas actividades se dan en forma aislada, generalmente en ámbitos extraescolares y sin un sustento pedagógico-didáctico que las justifique y que guíe al proceso de enseñanza y aprendizaje que se está llevando a cabo.
Los alumnos entienden, implícitamente, que la recolección de información es la única tarea posible de realizar como actividad “escolarizada” con Tecnología.
Los docentes, por su lado, no están capacitados para generar propuestas de enseñanza mediadas por tecnología digital y enmarcada en un Proyecto institucional ó áulico, con una clara intencionalidad pedagógico-didáctica.
La inclusión de NTICs como recurso didáctico debe ser precedida por una decisión pedagógica que tenga en cuenta el QUÉ, POR QUÉ, PARA QUÉ, CÓMO Y CUANDO de su utilización. El recurso cobra sentido por la propuesta pedagógica que determinará: el modelo instructivo y la coherencia de la planificación áulica que lo incluya con el contenido que se está pretendiendo enseñar y los objetivos deseados por el docente. (Santos, Urbina, Ramírez)[2]
Es común incluír en el currículum el uso de materiales que median entre el conocimiento y el alumno, aún cuando no han sido creados con fines educativos, (Area Moreira, 1999)[3]. Desde mapas hasta videos son naturalmente aplicados a la enseñanza; esto no ocurre con los recursos digitales. Incorporarlos hasta lograr su naturalización en el aula es tarea del docente, de la currícula y de decisiones políticas que permitan una capacitación docente permanente en el uso y aplicación pertinente de estas herramientas.
La elección del recurso, no puede ser casual, debe corresponderse con los supuestos teóricos que el autor del software tuvo en cuenta; con el modelo pedagógico de instrucción y con las concepciones pedagógicas y metodológicas del docente que lo utilizará. El uso de herramientas digitales como recursos nunca es neutro. No tienen una implicancia solo artefactual, hay un proceso anterior de toma de decisiones, que prioriza el contenido, ó el procedimiento, o la herramienta en sí misma según la prioridad que guíe la práctica.
Gros Salvat en “El ordenador invisible” deja claro en su clasificación de los recursos, cuáles son aquellos más apropiados para determinados objetivos. (Gros Salvat, 2000)[4]. Aprender a seleccionar el producto en función de la necesidad es prioritario para la tarea docente. El uso de software educativo específico promueve el desarrollo de estrategias cognitivas muy diferentes a las de un programa de simulación, o a las de uno de práctica y ejercitación, o a uno de juegos.
La influencia de las Tecnologías en el aprendizaje tiene gran relación con la selección de la herramienta y la integración del contenido a la misma. Jonassen, D., (1996)[5] , promueve la idea de “utilizar una selección de programas como herramientas cognitivas (mindtools) para comprometer y favorecer el pensamiento complejo en los estudiantes”, y afirma que no se pueden usar estas herramientas sin promover una actitud crítica en los estudiantes. Es decir, los estudiantes pueden usarlas para acceder a la información e interpretarla para reorganizar sus conocimientos personales. La información se puede obtener fácilmente, pero como opina Sangrá (2001)[6], es el docente el arquitecto que guía al alumno para la construcción del conocimiento individual.
Desde la psicología cognitiva, este modo de aprendizaje mediado por tecnología, respondería más a un modelo de construcción de conocimientos significativos según los conocimientos previos del alumno, es decir de su capacidad o desarrollo cognitivo[7], que al de instrucción programada, de Skinner, propio de la antigua concepción en la que se fundamentaba la Enseñanza Mediada por Ordenador.
La programación de la Enseñanza debe ser reflexionada teniendo en cuenta en primer lugar al alumno y sus modos de aprender, el diagnóstico de los conocimientos y saberes actuales de los alumnos, la experiencia pasada del docente, los propósitos que guían la acción docente y la selección cuidadosa y reflexiva de contenidos para lograr el objetivo deseado; debe también tener en cuenta de manera explícita o implícita el contexto en el que se realiza la tarea de enseñanza y aprendizaje, las tareas y materiales que permitirán el desarrollo del proceso y el tiempo que demandará el mismo. (Salinas, 1994)[8]. La evaluación del proceso es el resultado sobre el cuál se podrá volver a reflexionar y problematizar la propia práctica dando lugar a la necesaria investigación de la tarea áulica desarrollada.
Teniendo en cuenta estos supuestos básicos de todo acto educativo, el docente determinará la incorporación de los recursos que median entre el contenido, el docente y el alumno. No es posible programar la enseñanza teniendo en cuenta sólo la herramienta, ó sólo el contenido que se adecue a ella. La escuela es el marco en el que la incorporación de la Tecnología permitirá educar con los recursos necesarios para el logro de saberes y competencias que le permitan acceder a más y mejores oportunidades a los alumnos. El cambio tiene que ser generado por la escuela, no por la tecnología, sino sólo asimilaremos Nuevas Tecnologías a las más tradicionales prácticas pedagógicas, como previene Adell, (1997).
Frente a la ausencia de políticas educativas que se ocupen de una acción educativa acorde a los tiempos, los docentes se sumergen en la búsqueda de la panacea tecnológica, y se encuentran con los miedos y los prejuicios, propios y ajenos. El fracaso de la inclusión de las herramientas tecnológicas en la tarea áulica tiene relación, tal como sugiere Salomón, con la idea de “acomodar” la tarea de enseñar, en cualquiera de sus formas[9], a la herramienta, cayendo en lo que él llama: la paradoja tecnológica.
Los Proyectos Educativos mediados por Tecnologías deben ser formulados en el marco de las instituciones en que se aplicarán, con docentes capacitados y evaluando el impacto educativo de la Tecnología en los aprendizajes de los alumnos de esa escuela y en su medio.
Coincidiendo con Edith Litwin[10]: no hay que perder de vista el camino, con las viejas o nuevas tecnologías; construyendo atajos o puentes con ellas, pero siempre de la mano del maestro, del que sabe, del que no se queda al borde del camino. Sorteando los escollos, y pensando que si fracasamos, habrá una nueva oportunidad. Porque por eso las usamos: “las usamos porque fracasamos, las usamos porque generan maravillosas comprensiones, las usamos porque disciplinan, las usamos porque nos conmueven al reunirnos con los otros, las usamos porque recordamos otros usos con nostalgia o porque soñamos con usos maravillosos”

BIBLIOGRAFÍA
- Martínez, R; Montero, Y. Pedrosa, E. Docentes, estudiantes e Internet: autoeficacia, actitudes y actividades. Revista Iberoamericana de educación. Universidad Nacional de Mar del Plata, consultado en: Argentinahttp://www.rieoei.org/deloslectores/2341Martinez.pdf
- Santos Urbina Ramírez. INFORMÁTICA Y TEORÍAS DEL APRENDIZAJE. Universitat de les Illes Ballears. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009.
- Área Moreira, M. “Los Materiales Curriculares en los procesos de diseminación y desarrollo del currículum”, en Escudero, J.: diseño, desarrollo e innovación del currículum. Madrid, Síntesis. 1999. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009.
- Gros Salvat, B (2000): El ordenador invisible. Barcelona: Gedisa. Cap. III y VIII. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/bergona_gros_3.pdf
-Jonassen, D. H. (1996). Learning from, learning about, and learning with computing: a rationale for mindtools. Computer in the classroom: mindtools for critical thinking. (pp.3-22) Englewood Cliffs, New Jersey: Merrill Prentice- Hall. Consultado de la Hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. Disponible en: http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/jonassen.pdf
- Sangrá, A. (2001). Educaweb.com – Monográfico: Educación y Nuevas Tecnologías - Entrevista a Albert Sangrà 18 de Abril de 2001, número 15. Disponible en: http://www.educaweb.com/esp/servicios/monografico/educant/entrevista.asp
- Santos Urbina Ramírez. Informática y Teorías del Aprendizaje. Universitat de les Illes Ballears. Disponible en : http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/gte41.pdf
- Salinas, D. “La planificación de la enseñanza: ¿técnica, sentido común o saber profesional?”, en Angulo, J.F. y Blanco, N. (comps.). Teoría y desarrollo del currículo. Málaga, aljibe. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009.
- PERKINS, D. (1995), “Cap. 3: La enseñanza y el aprendizaje: la teoría uno y más allá de la teoría uno”, en: Perkins, D., La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente, Gedisa, Barcelona. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/perkins.pdf
- Litwin, Edith. “De caminos, puentes y atajos: el lugar de la tecnología en la enseñanza”. II Congreso iberoamericano de EDUCARED. Educación y Nuevas Tecnologías. Consultado en: http://www.educared.org.ar/congreso/edith_disertacion.asp

[1] Martínez, R; Montero, Y. Pedrosa, E. Docentes, estudiantes e Internet: autoeficacia, actitudes y actividades. Revista Iberoamericana de educación. Universidad Nacional de Mar del Plata, consultado en: Argentinahttp://www.rieoei.org/deloslectores/2341Martinez.pdf

[2] Santos Urbina Ramírez. INFORMÁTICA Y TEORÍAS DEL APRENDIZAJE. Universitat de les Illes Ballears. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/urbina_aprendizaje.pdf
[3] Área Moreira, M. “Los Materiales Curriculares en los procesos de diseminación y desarrollo del currículum”, en Escudero, J.: diseño, desarrollo e innovación del currículum. Madrid, Síntesis. 1999. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009.
[4] Gros Salvat, B (2000): El ordenador invisible. Barcelona: Gedisa. Cap. III y VIII. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/bergona_gros_3.pdf
[5] Jonassen, D. H. (1996). Learning from, learning about, and learning with computing: a rationale for mindtools. Computer in the classroom: mindtools for critical thinking. (pp.3-22) Englewood Cliffs, New Jersey: Merrill Prentice- Hall. Consultado de la Hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. Disponible en: http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/jonassen.pdf
[6] Sangrá, A. (2001). Educaweb.com – Monográfico: Educación y Nuevas Tecnologías - Entrevista a Albert Sangrà 18 de Abril de 2001, número 15. Disponible en: http://www.educaweb.com/esp/servicios/monografico/educant/entrevista.asp
[7] Santos Urbina Ramírez. Informática y Teorías del Aprendizaje. Universitat de les Illes Ballears. Disponible en : http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/gte41.pdf
[8] Salinas, D. “La planificación de la enseñanza: ¿técnica, sentido común o saber profesional?”, en Angulo, J.F. y Blanco, N. (comps.). Teoría y desarrollo del currículo. Málaga, aljibe. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009.
[9] PERKINS, D. (1995), “Cap. 3: La enseñanza y el aprendizaje: la teoría uno y más allá de la teoría uno”, en: Perkins, D., La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente, Gedisa, Barcelona. Consultado desde hoja de recursos de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías de FLACSO, 2009. http://virtual.flacso.org.ar/file.php/532/EATIC/sesion_1/pdf/perkins.pdf


[10] Litwin, Edith. “De caminos, puentes y atajos: el lugar de la tecnología en la enseñanza”. II Congreso iberoamericano de EDUCARED. Educación y Nuevas Tecnologías. Consultado en: http://www.educared.org.ar/congreso/edith_disertacion.asp


NUEVAS TECNOLOGIAS - VIEJA METODOLOGÍA


lunes, 13 de julio de 2009




DE MATERIAL A VIRTUAL…

La historia del origen de Inter-net como una red-entre ordenadores de bases militares de Silicon Valley en Estados Unidos, con el objetivo de almacenar datos del Servicio Secreto y controlar desde allí operaciones de Inteligencia; nos refiere inmediatamente a una realidad no solo lejana sino, y sobre todo, imposible de acceder.
Nada más elitista que aquello que solo es accesible por unos pocos, muy pocos, y que además guardaba secretos de Estado.
Visto de esta manera, desde su origen, Internet, ó la primera intranet, fue generadora de desigualdad.
La otra historia, la que nos cuenta Castells, (Castells, 2009) es un tanto diferente: si bien el objetivo era desarrollar un programa militar, con financiamiento militar, el mismo fue llevado a cabo por intelectuales, técnicos y científicos de procedencia muy diversa: investigadores universitarios junto a un programa de investigación militar y la contracultura radical libertaria. Y esto ya permite pensar en la red de redes como algo diferente desde su nacimiento.
La ciencia, los acontecimientos históricos, y un movimiento cultural nuevo, generaban sin saberlo, un nuevo paradigma, y con él una nueva Revolución.

Los empresarios, escépticos ante un “producto” de tan escaso valor comercial, no dieron crédito ni económico ni social a lo que sería el ícono de una nueva era: la era digital, fueron unos cuantos individuos que pretendían liberarse del control del estado y del mundo empresarial para poder crear sin límites, y comunicarlo a la sociedad los que impulsaron el desarrollo de lo que hoy conocemos como red de redes. Estudiantes, científicos y personas sin formación académica con ideales libertarios.

Desde su concepción tecnológica y filosófica, Internet es una herramienta pensada para su libre acceso y modificación permanente. Desde el pentágono en los ´70 hasta el arribo a nuestro hogar, nuestra oficina, nuestra escuela, a partir de 1994 con el desarrollo del primer browser; la red de redes ha ido modificándose en contenido y en tecnología. Y no han sido sino los mismos usuarios del mundo entero, quienes produjeron los cambios y adaptaciones conforme desarrollaban nuevas aplicaciones, protocolos, sistemas operativos.
Fue a partir del descubrimiento por azar del correo electrónico, que los ordenadores dejaron de ser “cajas” de almacenamiento de información compartida, con acceso limitado a quienes pertenecían a la red, para transformarse a partir de entonces, en un medio de comunicación ilimitado.
El correo electrónico, transformó lo material, en algo inmaterial: el texto codificado en combinaciones de dos dígitos: los bits; el papel reemplazado por un soporte de almacenamiento cuya “memoria”, que no vemos, rescata y guarda todos los datos que introducimos en ella, y “Las autopistas de información se ocupan del traslado, a la velocidad de la luz, de bits carentes de peso” (Negroponte, 1998) .

Este gran cambio fue un tanto difícil de asimilar por el común de las personas que nos convertimos de consumidores de libros, revistas, y productores de escritos en soporte papel, en nuevos “usuarios” de Internet, Internautas de la Web. Nos acostumbramos a tener un “usuario” y un “password” para cada cosa a la que deseemos acceder o compartir en la red: textos, música, fotografías, videos, charlas, conferencias.
“…Internet es el tejido de nuestras vidas en este momento...” (Castells, 2009) .
La Red no solo integra los núcleos consolidados de producción y gestión de información, empresariales, políticos y gubernamentales de todo el planeta, modificando de manera radical la producción, circulación y consumo de la información, sino que también integra los núcleos educativos, familiares, y todo y cada uno de los núcleos sociales, modificando la cultura individual, familiar y social. Con ello aparece la imprescindible modificación de la concepción de lo que hasta hace un tiempo se suponía eran los únicos medios para generar la cultura escolar o escolarizada.
Si la función que da sentido a la Escuela es la transmisión de la cultura. ¿Qué cultura transmite una Escuela no adaptada a la cultura en la que está inmersa?

Internet ha cambiado nuestro lenguaje, nuestra lógica de pensamiento y nuestra forma de relacionarnos.
Ya no hablamos de lo que es “tangible” o “intangible”, los conceptos de “digitalización” y “virtualidad” se han incorporado a nuestros esquemas mentales y los hemos puesto en nuestro lenguaje cotidiano, aún sin ser “nativo digital”.
A diario, damos cuenta del cambio profundo de nuestro lenguaje: toda vez que “nos conectamos”, “revisamos los mails”, (pocos hablan de mensajes), “configuramos el escritorio”, “bajamos un documento”, “navegamos la página”, “escribimos en el muro”, “chateamos”, “colgamos archivos” en my space, “incrustamos” un código, etc.
Así, aún sin haber nacido en esta nueva Sociedad Red, todos…o casi todos, estamos social, histórica y culturalmente atravesados por las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
La lógica de pensamiento tampoco es la misma frente al ordenador que frente al lápiz y papel, la lógica del pensamiento digital es mas sencilla y acotada: le damos órdenes a un sistema que opera según dos dígitos; y según la tecla, el sistema decodificará si optamos por “sí” o “no”; “acepto” o “no acepto”, “continúo” o “cancelo”….simple, verdad? Aunque solo lo sea en apariencia.
La misma lógica que emplean la mayoría de nuestros adolescentes, para justificar, explicar o responder a un cuestionamiento.
Lo que todavía continúa en estudio es cuántas” ventanas” mentales pueden estos jóvenes digitales mantener abiertas y cuánto pueden profundizar en cada una. Es lo que algunos sociólogos han llamado Chicos Chat: se aburren si se detienen en una sola cuestión a la vez. Escuchan música, envían mensajes, y navegan mientras chatean en varias ventanas, con su larga lista de amigos virtuales, que por otro lado pueden ser “cancelados”, “ausentados” o “eliminados” según la ocasión lo requiera.
Y aunque parezca duro dicho de este modo, nuestros alumnos son digitales, interactúan de este modo con sus pares y en sus ámbitos sociales naturales. ¿Cómo pueden estos adolescentes estar 80 minutos sentados trabajando sobre una misma temática y con una misma persona hablando sobre ella?

Tal y como opina Castells, nuestras Escuelas y Universidades, fuentes del conocimiento hasta hace unos años, deberán rápidamente aggionarse. Porque quienes requieren conocimiento y quienes lo imparten, se sienten cada vez mas frustrados ante un modelo paradigmático que ya es inexistente.
El profesor, los libros de texto, tienen la autoridad otorgada por la capacidad de administrar el conocimiento y gestionar la información de manera que sea accesible a todos y comprendida por la mayoría. Pero las fuentes han cambiado. Los mismos alumnos son fuente de información. El conocimiento está distribuido (Salomón, 1993) , se encuentra en la televisión, la publicidad, en las otras personas, pero sobre todo se encuentra en la Red. Esto genera una nueva forma de pensar el acceso y la gestión de la información y del conocimiento.

El advenimiento de la WEB 2.0 es la máxima expresión hasta hoy de la modificación y adaptación tecnológica como resultado de los avances sociales y culturales en continua retroalimentación unos con otros.
Como expresa Castells, contrariamente a toda creencia las tecnologías no generan los cambios paradigmáticos sociales; son los hombres en su desarrollo social, cultural y científico quienes producen el avance tecnológico.
Internet como espacio abierto de intercambio, aún cuando todavía no llegue a todos individual y geográficamente, constituye el mayor ámbito de libre expresión de toda idea, conocimiento e información. Todo ciudadano de este planeta con conexión puede opinar, generar una noticia, informar sobre un acontecimiento, desde un espacio propio y gratuito en la web, o desde el espacio brindado por los mismos medios periodísticos tradicionalmente materiales que obtienen de este modo la participación virtual de sus lectores.
Esta posibilidad infinita de interacción, fue comprendida como la culpable de gran cantidad de males sociales, sobre todo debido a que los gobiernos no pueden controlar lo que ocurre en la virtualidad; ni desde la tecnología, ni desde la legalidad, pero tampoco controlan lo que ocurre en la esquina de nuestro barrio, ni cruzando nuestras fronteras. La web 2.0 nos cambió del status de “usuario” que solo recibe, a un rol interactivo mas complejo otorgándonos mayor protagonismo y participación, pero exigiéndonos con ello una mayor capacidad de evaluar críticamente, no solo lo que nos informa, sino cuánto, cómo y sobre qué nosotros también incidimos y transformamos la información.

Es una nueva sociedad, es cierto, es la sociedad que usa a Internet, interacciona con la red y en la red, forma redes sociales de amigos, busca personas con quienes tener una charla o incluso con quién formar pareja, arma su propio espacio para publicar noticias, fotos, pinturas o sus obras literarias. Puede escribir una “enciclopedia” trabajando en una wiki, modificar software, o intervenir en el desarrollo del mismo.
La cultura de la exposición, también es una nueva forma de expresión, como la llama Paula Sibila( 2008) : Todo parece ser más “extimo” que íntimo en la Web, y aunque las personas tengan relaciones solo funcionales a través de la red, no es diferente a lo que ocurre en nuestra cotidianeidad, en la que los lazos ya no se tejen con la misma fuerza y resistencia de la sociedad moderna.
El Desastre Debian , nos demostró además, que los protocolos de seguridad son fácilmente violables, que la información, aunque sea nuestra no es de nuestra exclusiva pertenencia, que el hombre puede encriptar información, pero los programas la desencriptarán igual de rápido, como si solo fuera una especie de “falla” del Sistema, que el tener un “usuario” y “password”, no significa que no se pueda acceder a lo que no queremos exhibir, si usted usa la red, usted y su información están disponible. Si usted no usa la red… su información también está disponible…
Bienvenido a la Sociedad Red!


Bibliografía:

Castells, Manuel. “Internet y la sociedad red”. (2009) Lliçó inaugural del programa de doctorat sobre la societat de la informació i el coneixement. UOC, IN. Cosultado en: Bibliografía Módulo 2 de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías.
Negroponte, n. (1998). “EL ADN DE LA INFORMACIÓN”. Bits y átomos. Revista Ser digital (9ª edición) Atlántida. Consultado en: : Bibliografía Módulo 2 de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías.
Salomón, Gabriel.1993.“Cogniciones distribuidas”. Amorrortu editores s. A.. Colección Agenda educativa.
Sibila, Paula. “El espectáculo de la intimidad”. Fondo de cultura económica. 2008
Torres, Ariel. “el desastre Debian nos afectará por años”. La Nación.com. 2008. Consultado en: Bibliografía Módulo 2 de la Diplomatura en Educación y Nuevas Tecnologías.